lunes, 20 de septiembre de 2010

4ª etapa: Palas de Rei - Santiago de Compostela -- Ourense

Hago esta crónica "el día después" de mi llegada a Santiago. Ayer me fue imposible: el móvil sin batería, disfrutando del día con la familia, vuelta a Ourense demasiado tarde...


El caso es que este domingo amanecía algo incierto y preocupado por cómo discurriría el último paso hasta la tumba del Apóstol. Después de pasar la noche en el albergue Benito de Palas de Rei, donde, como ya comenté, compartía habitación con 29 personas más (despertando cada poco hasta que todos se hubiesen acostado, la luz, la puerta, los ronquidos, el de arriba de la litera cambiando de postura...), me levanté temprano alertado por todos mis compañeros que harían la etapa a pie y que, ya desde las 6 de la mañana, se disponían para la partida. En mi caso, como no se hacía de día hasta las 8 y era una temeridad ir en bici a oscuras, estuve haciendo un poco de tiempo acostado en mi litera y viendo como todos componían sus mochilas, se las colocaban a la espalda y partían; gente que seguramente adelantaría al cabo de un rato y que, desde luego, raro será que las vuelva a ver... así de curiosa es la vida. Cuando creí conveniente me vestí, guardé todo en la maleta, bajé a desayunar en el propio albergue... y ya estaba amaneciendo. Preparé la bici y ¡listo!

Lo que comentaba de incierto se refería a mi estado físico. No puedo negar que no estaba tan preparado como yo creía para afrontar esta "aventura". Algo de forma física tengo por practicar running tres veces a la semana y también durante este verano practiqué con la bici, pero ahora veo que no era la suficiente como para afrontar esas rampas que te encuentras por el camino (por el Camino... y no por la carretera... porque fui por el camino). Las rodillas me molestaban esa mañana y seguía con la incertidumbre de qué pasaría en cuanto comenzase a pedalear.

A las 8:09 h. partía desde Palas de Rei para hacer la última etapa de mi peregrinación, sabiendo que ese día sí o sí tenía que llegar al Obradoiro. En las primeras cuestas mis rodillas protestaron, y de lo lindo, por cierto. Empecé a ponerme un poco nervioso porque tenía por delante más de 65 km de ruta y si ya comenzaba así... iba pensando todo el rato que esa etapa se me iba a hacer todavía más larga que el día anterior pues no aguantaría mucho en las subidas. Para llevarlo de la mejor manera, como ya es habitual durante mi peregrinación, me puse a rezar. Primero el Rosario y luego seguí rezándole a la Virgen; cada vez que empezaba una cuesta le rezaba a la Virgen y seguía pensando en toda esa gente que en ese momento estaba pendiente de mí. Hay otros que escuchan música... ACDC, Mozart, Pimpinela... y eso les da fuerzas... yo recé.

El caso fue que cuando llevaba unos 10 km (algo menos de 1 hora pedaleando) notaba como cada vez mis rodillas y piernas iban mejor, después de una subida y su siguiente bajada, se recuperaban bien para afrontar otra nueva pero, no fue hasta que llevaba 2 horas de ruta cuando noté que sí... que llegaría a Santiago... aunque dolían, resistían y ya no me podían fallar.

Desde el inicio multitud de peregrinos a pie. Cientos y cientos de personas caminando hacia Santiago (¿cuándo llegarán? por lo menos el martes o el miércoles). Es increíble ver a tantas personas que hacen el Camino, cada uno a su manera (vi a uno que iba corriendo... o mejor trotando) con sus razones, religiosas o no, pero que se unen al "ambiente" que genera el Camino.

Aunque había amanecido, entre la espesura del bosque era difícil ver completamente bien. Debo repetir que hice la peregrinación por el camino y no por la carretera, con la mayor dificultad que esto entraña, ahora que he comprobado la diferencia y no es por echarme mérito encima, es porque muchos lo preguntan porque les debe parecer raro que lo hiciese así. La carretera va más o menos recta y corta los montes por donde discurre el camino de tierra. Es bastante más dificultoso subir esas rampas que ir tranquilo por el asfalto. En el camino no puedes "bajar a muerte" por causa de los peregrinos que te encuentras y lo complicado del terreno a veces. Pero también eso lo hace así de bonito.

Podéis ver un vídeo grabado durante el descenso por la ruta en este día. Tuve que parar la grabación porque llegaba a una carretera y debía tocar el freno, de otro modo me la pegaba seguro.

Me había propuesto en esta etapa parar menos veces para no llegar muy tarde a Santiago donde estaría mi mujer y los niños esperándome. Quedé con ella en que a 15 km de Santiago la llamaría para avisarla y que pudiesen salir de Ourense con tiempo ya que me llevaría sobre una hora y media hacer esa distancia, según la media que venía haciendo. Con ese objetivo únicamente paré a sellar la credencial en varios puntos del recorrido y tiré hasta que me faltasen 20 km para llegar. Allí descansé un poco, comí fruta, bebí agua e isotónica y estiré también algo. Llamé a mi mujer y me dijo que ya estaban en Santiago ¿? en ese momento me supuse que alguna sorpresa me encontraría al llegar.

Antes de salir revisé mi bicicleta. Me había llevado por el camino más de 180 km y le faltaba nada para hacerme llegar a mi destino. Con sorpresa comprobé el estado en que se encontraban los piñones en la rueda trasera: el desarrollo más largo (el que se usa para las cuestas arriba) tenía todos (y digo todos) los dientes rotos... y los demás también tenían alguna falta. Si ya lo decía yo... esa bici me tenía que llevar hasta Santiago de Compostela, pero no le podía pedirle más a la pobre. Lo siento por ella, ahora le cogí cariño, pero en una semana, que será mi cumpleaños, pensaré en una nueva que la sustituya aunque ésta siempre será la bici con la que hice el Camino de Santiago; mi bici.



Pues los últimos 20 km fueron pasando, cuesta por aquí, bajada por allá... pasada por junto al aeropuerto y otra vez para arriba. Creí que el último tramo iba a ser fácil pero me equivoqué. Realicé la última parada en el Monte del Gozo donde sellé la credencial junto a la Ermita de San Marcos y ya bajé de allí para ir entrando en la ciudad de Santiago. En ese momento, mientras callejeaba por la ciudad viendo las torres de la Catedral a lo lejos, me entró una emoción muy grande; emoción que luego no exterioricé al llegar al Obradoiro y encontrarme con mi familia, pues ya la había sentido unos minutos antes en privado... en esa soledad que he tenido durante los cuatro días de peregrinación. Así me lo decía Ángel: "la soledad también forma parte de tu peregrinación, y no tiene por qué ser mala". Durante ese rato di gracias... MUCHAS GRACIAS... ¿a quién? pues a lo divino y a lo humano, por supuesto. Le di gracias a Dios por permitirme llegar al final de mi peregrinación, a la Virgen por ayudarme en los momentos duros del Camino, al Apóstol por acogerme en su ciudad, a mi mujer Mónica por no poner reparos en poder hacer esta peregrinación, a Ángel por sus mensajes de ánimo todos los días a primera hora de la mañana, también a Manuel Emilio y a mi hermana Conchi por los suyos, y a Toño por todo su cariño. También le di gracias a Dios por la familia y los amigos que tengo; puedo decir eso de que "no me los merezco" pero, ¡qué caray! claro que me los merezco y son de lo mejorcito, todos estos días pendientes.

Y también PEDÍ. No hice el camino por cumplir ninguna promesa pero, estos días he pensado que, si el Apóstol ve a bien escuchar lo que yo le pueda pedir, mientras realizaba la bajada a Santo Domingo de Bonaval, pues allá fueron mis peticiones: por mis hijos y mi mujer, que Dios nos dé salud y felicidad a todos; por mi madre, que espero que nos acompañe muchos años y se siga emocionando conmigo y preocupándose como una madre que es (aunque sea un poco coñazo); por mi hermana Pili y los suyos, para que esos resultados sean buenos y nos olvidemos ya de las cosas malas; por Conchi y los suyos, con sus cosas; por Toño y los suyos también... y por todos los que me han pedido que rece por ellos en Santiago: por Pedro para que se recupere bien, ahora que ya ha empezado a entrenar, por Tito que en esos momentos estaba corriendo el maratón de montaña en Penedos do Lobo (¡con dos cojones! que no es una frase mía y pido disculpas a los que se asusten al leerla)... por tantos... y tantos... ya por pedir.

La entrada a Santiago para los peregrinos es una putada. Sí, si sigues las indicaciones acabas maldiciendo y eso está muy mal en un peregrino que llega a la ciudad. En el cruce de Bonaval, te manda hacia la derecha pues ponen un cartel de prohibido bicis de frente. Me fui a la derecha y tuve que subir la cuesta de La Salle (otra cuesta) para luego no ver más indicaciones al llegar arriba. Giré a la izquierda y... ¡sorpresa! acabé de nuevo en el mismo sitio. Menuda vuelta tonta. Ya un poco cansado, me metí directo por el empedrado para llegar al Obradoiro, que ya eran horas.

Allí asomaba mi cuñado Jaime para hacerme la foto de entrada. Y detrás todos los demás: mis sobrinos, mis hermanas... mi mujer y mis niños... y mi madre, emocionada. Como yo ya había derramado mis lágrimas antes, creo que tuve un momento de nudo en la garganta contenido. Ya había terminado. Había llegado a Santiago. Mi objetivo estaba cumplido, con todos los kilómetros y sí, sufrimiento, para realizar mi primer camino de Santiago completo. Y tuvo que ser así. Recordaba las palabras de D. Ángel, el sacerdote de Villafranca del Bierzo cuando me decía: "¿Y tú por qué crees que lo has intentado dos veces y no lo has conseguido? seguramente no era el momento. Puede que sea ahora... pero te recomiendo que la próxima vez lo hagas a pie. Y ten una cosa muy importante en cuenta que notarás cuando llegues al final de tu peregrinación a Santiago: NOSOTROS NO HACEMOS EL CAMINO... MÁS BIEN EL CAMINO NOS HACE A NOSOTROS".


PARA EL RECUERDO:
Durante estos días he intentado hacer una peregrinación informativa para todos los que así lo quisieron, enviando avisos a twitter, facebook y blog. También algún vídeo y foto he colgado en internet. Ahora he podido descargar las fotos que hice con la cámara y aquí os dejo una recopilación:

sábado, 18 de septiembre de 2010

3ª etapa: Triacastela - Sarria - Portomarín - Palas de Rei

Sesenta y cinco kilómetros. Una barbaridad, vaya, lo malo es que mañana tocan otros tantos.


Hoy hago la crónica antes porque dormiré en un albergue junto a otros 29 seres humanos y me da cosa estar tecleando a la noche.

Quise salir temprano de Triacastela pero se estaba muy bien en cama y aproveché para desayunar allí. Con todo esto, mi hora de salida fueron las 9:07 h.

Hoy sí me metí todo el rato por caminos de tierra y es ahora el momento que hasta me arrepiento. Es muy duro subir y bajar por esas pistas, muchas veces llenas de piedras donde te patinan o resbalan las ruedas con unas pendientes, en ocasiones, imposibles para una bici cargada con alforja y conmigo. Atravesar algún arroyo porque el paso para caminantes es peligroso para bicis, bajar con sumo cuidado sobre rocas y algunas puntiagudas, tenerte que frenar cientos de veces para poder pasar a otros tantos caminantes... ciertamente todo el Camino está masificado de gente.

Creo que, de haber evitado algunos tramos y haber escogido la opción asfalto, en lugar de 6 horas y pico pedaleando, me hubiese ahorrado al menos una.

De todos modos el camino es de una belleza extraordinaria, senderos entre bosque con muchas variedades de árboles, caminitos estrechitos... Hice algunas fotos pero no las puedo poner en el blog con el móvil porque las tengo en la cámara. La foto de hoy, que encabeza la crónica, es justo en el momento de comenzar la etapa, en Triacastela.

Podéis ver un vídeo grabado poco después de salir de Triacastela, en ruta.

Paré en Sarria, Ferreiros, Portomarín y alguna vez más pues intentaba coger aire para afrontar algunas subidas y porque me faltó agua, isotónica y algo de comer como fruta. Hoy iré a algún super para aprovisionarme para mañana.

Mi principal preocupación para mañana son las rodillas; me sobraron los 20 últimos kilómetros de hoy. Les he puesto un rato hielo y veré si puedo repetir la operación a la noche durante la cena. Me queda la resignación de que, si Dios quiere, mañana llegaré a Santiago, hasta la plaza del Obradoiro, siendo así la primera vez que completo el camino de Santiago. Dejaré atrás más de 200 km en bicicleta y seguro, me emocionaré, pues ya lo estoy ahora mientras lo escribo.

(Mi compañero de al lado sigue durmiendo, luciendo unos calzoncillos a rayas de colores super guais).

"BUEN CAMINO". Si alguno de los que me leeis, hacéis algún día el Camino de Santiago, sabed que será una frase que escucharéis todo el rato, con diferentes acentos. Todo el mundo lo dice aunque yo, pasando en bici, poco tiempo me da para oírla y responderles.

(Mi compañero se acaba de despertar e igual se levanta. ¿Se pondrá un pantalón o seguirá en gallumbos?)

Al llegar a Palas de Rei tuve una grata sorpresa: aquí me estaba esperando Toño, mi hermano. El pobre tuvo que esperar demasiado porque llegué muy tarde y quería que comiésemos juntos. Nadie nos quería dar de comer a esa hora así que terminamos en un bar tomando unos bocadillos a las 6 de la tarde. Gracias Toño, aunque no pude exteriorizarlo más por lo jodido que llegué, me alegró mucho que vinieses y te lo agradezco un montón.

(Mi compañero acaba de salir, no sé a dónde querrá ir porque ha salido en gallumbos).

Muchas gracias a todos por los ánimos. Si os quisiese nombrar, seguro que me olvidaba de alguno y no sería justo.

Me voy, a ver si aún pillo un super abierto y llego a la misa de las 20 h.

viernes, 17 de septiembre de 2010

2ª etapa: Villafranca del Bierzo - Triacastela

Hoy la crónica tiene que ser corta, ayer pasé demasiado tiempo tecleando con el móvil.


Me habían advertido que la de hoy era una etapa durísima lo cual hizo que me la tomase con todo el respeto del mundo. No tenía prisa, así que recogí todo y me bajé a desayunar para salir a las 9:30 desde el convento de San Nicolás de los Paúles de Villafranca del Bierzo, agradeciéndoles su hospitalidad conmigo.


Primer contratiempo: no había llovido nada en toda la noche, pero justo cuando iba a salir (en la foto, junto el convento de los Paules) se pone a llover de lo lindo, pero fuerte de verdad. Paré y me puse el chuvasquero que había comprado en el Lidl y que incluye incluso funda para el casco y patucos para los pies, cubrí bien todo y tiré para adelante. A los 5 km ya no había lluvia y tampoco llovió en toda la etapa. Paré unos minutos para "desfundarme".

Hice los primeros 20 km en hora y media, siempre picando para arriba, sabiendo que lo peor estaba por llegar. Aproveché para el rezo del Rosario en marcha. A partir de Las Herrerías, como por arte de magia, todo comenzó a coger un desnivel acojonante delante mía. Puse el desarrollo más pequeño y eché mano de la fuerza que había guardado para esa ocasión, aunque reconozco que fui algo rápido aquellos primeros 20 km.


Duro, realmente duro subir tanto y con esa pendiente, sabiendo que eran 8 km pero viendo en el forerunner que los metros casi no avanzaban, demasiado lentos. Comencé a flaquear y me preguntaba cómo me podía pasar eso con el desarrollo más fácil puesto en la bici (catalina pequeña y piñón grande). En ese momento me acordé de la Virgen y se me ocurrió ponerme a rezar. Sí, rezar, que para eso me he venido a hacer el Camino. Seguro que algunos no lo entendéis, pero es la mejor ayuda que se puede encontrar. Y me pasó la cosa MÁS SORPRENDENTE DEL MUNDO: empecé a escuchar el latido fuerte de un corazón, pero no era el mío, miré para atrás y no vi a nadie porque miraba con los ojos. Volví a mirar con más detenimiento y allí estaba mi hermano Toño, subiendo detrás mía. Pero no iba solo, también estaba Tito y los Esprintes, Ángel Cid, Montxo y los Irmandiños, mi familia al completo... y muchísimos más. Y cerrando la comitiva iba Dios, dándome ánimos y recordándome que toda esa gente me quería acompañar en mi peregrinación.
 
Llegué al Cebreiro unas 3 horas después de salir. Una niebla cerrada empapaba todo. Muchísimo frío. Me cubrí bien e incluso añadí un mantel de papel, que buenamente me dio la señora de un bar, doblado y colocado en el pecho antes de afrontar la bajada y minimizar así la sensación de frío. Desde ahí el pequeño descenso hasta más sorpresas: dos puertos, el de San Roque y el del Poio... mis rodillas ya pedían descanso. Y ya bajada arriesgada, a 60 km/h, hasta Triacastela con un total de 53 km hechos hoy. La distancia más larga hecha en bici de mi vida. Mañana y pasado seguro que sigo batiendo record.


Y aquí estoy, escribiendo esto desde la habitación de una pensión, donde me acomodé nada más llegar. El venir solo es lo que tiene, no tengo otra cosa que hacer en este sitio. He ido a la misa del peregrino a las siete de la tarde, he cenado y ahora ya hace algo de frío afuera.


Mañana intentaré salir a las 8 para que luego no me afecte mucho el sol. Etapa hasta Palas de Rei de unos 65 km.


Gracias a todos por los mensajes y llamadas de ánimo. Sois muy importantes para mí.

jueves, 16 de septiembre de 2010

1ª etapa: Ourense -- Ponferrada - Villafranca del Bierzo

Me costará tiempo, paciencia y dolor de pulgares hacer cada día la crónica del Camino con el móvil pero... lo prometido es deuda.

La etapa de hoy era claramente de toma de contacto pues la distancia recorrida no fue mucha: 24 km. A las 6:30 ya estaba en pie para desayunar y ayudar un poco en casa antes de marcharme. Mientras miraba y le daba besos a Sergio, mi hijo pequeño, me invadió cierta melancolía al saber que no los veré hasta el domingo y el sentimiento de culpa por dejar a mi mujer con todo el trabajo de casa ¿se dará así cuenta que, aunque poco, algo hago en casa? ciertamente, si ella se fuese 4 días fuera yo estaría perdido.

Me vestí y preparé, besos para todos y advertencia "portaros bien" antes de salir. Fui en bici hasta la estación y allí estaba Toño, mi hermano, que fue para despedirme. Pocos minutos y ya montado en el tren. Mientras comenzaba a moverse, negociando con el revisor la mejor forma de sujetar la bici, mal-despedí a mi hermano a través de la ventana, descubriendo en su cara algo de emoción, o por lo menos eso me pareció. Es normal, este viaje lo planeamos para hacer juntos, y ahora yo me vengo sin él... pero creo que éste era mi momento, el momento para hacer esta peregrinación.

Al llegar a Ponferrada me dirigí al albergue para que me pusieran el primer sello en la credencial. Unas fotos para el recuerdo... y a pedalear.


Durante los primeros kilómetros me comenzó a embargar una gran emoción sabiendo los millones de peregrinos que habrían pasado por esos caminos igual que yo estaba haciendo ahora. Mientras discurrían los metros decidí "hacer algo" y de repente me vi rezando el Rosario, de un modo un tanto incómodo, pues es difícil llevar la cuenta con las manos agarradas a un manillar. Y a lo tonto me encontré en Villafranca con la sensación de haber hecho poco trayecto. Aún así decidí respetar la planificación hecha y parar aquí.

Encontré alojamiento en el convento de San Nicolás de los P. Paules con quienes acabo de cenar ahora mismo. Una cena distendida con los tres padres que quedan en esta localidad. Me comentaba el P. Ambrosio que recordaba cuando bajaban por las escaleras a la hora de la cena hasta 140 hermanos... y ahora iban sólo 3.

Por la tarde recorrí el lugar para conocer Villafranca y hacer algunas fotos, tomé posesión de mi cuarto con los Paúles, le arreglé el pc a uno de los Hermanos y fui a misa a la colegiata donde pude charlar un buen rato con D. Ángel, uno de los sacerdotes de allí, hasta que cayó una tromba de agua y me fui veloz a la casa de los Paúles.

Quiero dar las gracias a Ángel Cid por su llamada y ánimos, es siempre bueno tener a alguien "ahí" para estas cosas. Intentaré dormir sin pensar en la durísima etapa que me espera mañana.

Un abrazo para todos, os quiero.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

( A 1 día del Camino de Santiago)

Pues ya estamos en el día anterior a realizar la peregrinación hasta Santiago.

Al hilo de comentarios y rumores, quiero aclarar que este blog lo creé sin ánimo de lucro. Que por mucha gente que entre y lo lea, no gano dinero... lo único que me produce ver tantas entradas es una carga importante de autoestima y saber que hay gente pendiente de mí, lo cual agradezco y valoro. No pongo publicidad, aunque si fuese rentable lo pensaría para un futuro.

También debéis saber todos, que me reconozco cristiano, menos practicante de lo que quisiera y que, por tanto, la peregrinación que comienzo mañana me mueve única y exclusivamente por razones religiosas. No es por ningún "ofrecimiento" al Apóstol ni ninguna deuda pendiente, es para aprovechar el Año Santo y ganar la Indulgencia que siempre viene bien para un alma pecadora. No dispongo de tiempo para hacerlo a pie y me pareció que en bici me sería más llevadero.

No es para hacer turismo, para eso me cojo a la familia y nos vamos en coche a donde sea. Tampoco para hacer deporte; justamente sería al revés, el deporte me sirve para poder hacer el Camino en esta ocasión.

Mi única preocupación para mañana es la lluvia, pues se preveen chubascos. Como me he aprovisionado de equipación adecuada, esto tampoco sería un problema. Mejor algo de lluvia que un sol de justicia y altas temperaturas. Sigo dudando si salir directamente desde Ponferrada o desandar un poco el Camino hasta Molinaseca y que sea ésta la localidad de partida. Seguramente no lo sabré hasta que ponga un pie en el suelo de la estación de Ponferrada y vea "lo que me apetece" en ese momento.

Esta tarde, al salir de trabajar, echaré mano a la lista que tengo confeccionada y me pondré a rellenar las alforjas. Luego montaré todo en la bicicleta, revisaré el aire de las ruedas, las herramientas y elementos de recambio que llevo, el bidón del agua... y la dejaré lista para mañana por la mañana.

Mañana... desde donde sea... más.

martes, 14 de septiembre de 2010

(A 2 días del Camino de Santiago)

Era obligatorio dar este paso antes de nada.

Mi bicicleta y yo ya tenemos billete para el tren de las 8.46 h. desde Ourense hasta Ponferrada.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Planificando el Camino de Santiago en bici (a 4 días)

Recorrido: Ponferrada - Santiago de Compostela


Distancia: 200 km aproximadamente.
Medio de transporte: bicicleta
(Una de 80 € de Carrefour, con extras que se le han puesto a lo largo de los 3 años de existencia. Problemas: como es tan básica, el tornillo que sujeta la biela izquierda al eje se afloja, comienza a hacer un ruido molesto y baila. La solución es meter una llave de tubo del 15 y apretarla. Ya tengo la llave del 15 y una llave inglesa pequeña. También me he percatado de varios dientes rotos en uno de los desarrollos del piñón). Llevo las alforjas y varias cosas de recambio (cámara, cable de freno), así como herramientas.


Etapas: 4 etapas.


PREVISIÓN (aproximadamente, los planes pueden cambiar de un rato para otro).


 1ª Etapa:
Jueves 16 de septiembre de 2010.
Ponferrada - Villafranca del Bierzo (sobre 20 kms).

2ª Etapa:
Viernes 17 de septiembre de 2010.
Villafranca del Bierzo - Triacastela (49 km).

3ª Etapa:
Sábado 18 de septiembre de 2010.
Triacastela - Palas de Reis (65 km).

4ª Etapa:
Domingo 19 de septiembre de 2010.
Palas de Reis - Santiago de Compostela (67 km).

El jueves salgo en tren desde Ourense hacia Ponferrada, a la que llegaré sobre las 11:00 h. La primera duda es si desandar hacia Molinaseca (8 km) para comenzar allí o ya salir desde Ponferrada. Es una etapa muy corta debido a que salgo de Ponferrada y no de Astorga (sobre 50 km menos de lo previsto), pero también es cierto que pierdo mucho tiempo por la manaña en el viaje de ida en tren.

Si veo que la etapa es corta, intento llegar más lejos que Villafranca, acercándome a la subida al Cebreiro.

Intentaré poner en el blog diariamente lo que vaya recorriendo y sucediendo... o por aquí o por el twitter y facebook. Lo que me sea más fácil.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Curiosidades

Últimamente me suceden cosas muy curiosas con este blog. Yo lo inicié como un hobby (no hobit... que eso es otra cosa) un poco para probar cómo iba este tema, pues en mi trabajo, saber de todo un poco en el tema informático, es casi obligatorio.

Nunca pensé tener seguidores, gente que tiene el blog en su RSS de noticias para saber cuándo edito una entrada nueva, que mi blog se replicase en otros blogs, que alguien lo pudiese "seguir"...

Pues aquí está, con todo esto por delante. Cabe destacar personas que me hacen saber que siguen mi blog o que me han conocido gracias a él. Gente de las carreras, personas anónimas para mí que entran un poquito en mi vida... el compañero de trabajo de mi hermano, con quien he coincidido en muchas carreras pero que nunca he tenido el gusto de charlar un rato... el corredor en Maceda que me saluda diciendo que me reconoció por la foto del blog... mis compañeros Esprintes... los demás corredores de Correr en Galicia...

Y mis hermanas sin entrar en él... jaja... me lo decían en otro día que cenamos juntos. Que no se preocupen que no suelo contar mucho de mi vida, casi todo lo que pongo es de las carreras y mis "logros" deportivos.

Ahora le he puesto al blog, en el lateral de la derecha debajo de mi nombre, el botón "Me gusta" de facebook para saber cuánta gente está de acuerdo con que le gusta. Tengo que pensar en poner el contrario, el de "No me gusta" para contrastar fielmente (que no todo tienen que ser palmaditas en la espalda).

Pues este corredor popular del montón, como hace poco me he definido, da las gracias a todas las personas, anónimas o no, que siguen este diario. No es más que un diario... un sitio donde poner mis impresiones que me permita, dentro de un tiempo, poder entrar y repasar lo vivido.

Carrera de Maside

El pasado domingo 5 de septiembre tuvo lugar esta carrera y también su andaina en la localidad de Maside.

Se animaron a la andaina mi hermano y mi mujer. La pobre tuvo la mala suerte de perderse ya en el km1 al quedar descolgada acompañando a otro andarín y "abandonando" vilmente a su suerte a mi hermano. Sin comentarios.

En mi caso iba a la carrera con cierto respeto pues había "petado" el año pasado y éste no quería que pasase lo mismo... aún así piqué, y no me fue fácil hacer el recorrido. Calenté durante 30 minutos para sumar luego con la carrera una tirada larga de domingo. En la salida me coloqué en última línea para no entorpecer a los que corren realmente y allá nos fuimos. Iba conmigo Rubén, mi compañero de equipo en los relevos del Maratón del Miño en las últimas dos ediciones y que este año me abandona para hacerse el maratón completo (¡qué cojones!), y me dice que irá suave pues el día anterior se metió 22 km de entreno. Suave... ¡una mierda! ya al poco me doy cuenta de que debo ir a mi ritmo...

El recorrido es muy bonito, pero también muy exigente con la mayor parte por no-asfalto. Cambios contínuos: asfalto, cemento, monte, arena, tierra, tierra con pedrolos, asfalto con gravillas... y sube-baja todo el tiempo. No me tiembla el pulso al escribir esto: "en algún momento tuve que caminar..."

Al final llegué a la subida a meta en Maside sin muchas fuerzas mientras veía, desesperado, como me adelantaban dos corredores. Me daba igual, el caso era llegar porque disfrutar estaba disfrutando lo justo.

El tiempo en meta 48.30 aproximadamente. Las clasificaciones sufrieron un pequeño percance al fallar el programa informático que usaba la organización y "comerse" a varios corredores (entre ellos yo, claro). Un atranco fue que los dorsales eran de papel y, al poco de mojarse con el sudor, se rompían y caían... había muchos en el suelo desde mitad de carrera hasta la meta (pasé por encima del dorsal 127 de Rubén).

Al llegar a meta que me dice mi hermano que mi mujer no está porque se perdió... y yo preguntándome por dónde andaría... pero tranquilo porque la habían ido a buscar. Un poco frustrante para ella y para mi hermano también. A ver para la próxima.

La organización, por otra parte, estupenda. En meta bolsa de corredor con agua, fruta, camiseta técnica muy bonita... Nos vemos el año que viene pero, esta vez, llevaré las zapatillas de monte.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Poco tiempo para escribir aquí... más carreras...

Me queda poco tiempo para dedicarlo, actualmente, a mantener el blog. Me da pena pues conozco a alguna gente que dependía imperiosamente de él.

Hasta el momento, y releyendo lo último que escribí, fui a las carreras Solidaria de Maceda y a Baiona.

CARRERA SOLIDARIA DE MACEDA
Una buena ocasión para ser solidario. Finalmente no mucha gente, pero carrera bonita. Me gustó muchiiiiiiiiisimo más este recorrido que el que pusieron el año pasado para la popular. Es algo exigente al inicio, durante la ascensión al castillo, y el tramo final hasta meta. Pero creo que se disfruta.

Al inicio me saludó una persona que me reconoció por el blog... la verdad es que me hizo mucha ilusión. Creo que no me dijo su nombre... si lees esto, un saludo para ti. Corrí junto a Victor Domarco que iba de paseo... él, que corre por debajo de 3'30", tiene que ir de paseo con uno que actualmente corre a ritmos de 5'. Me dejó en el kilómetro 5 para sacarme dos minutos en meta (1 en cada kilómetro que faltaba). Gran tipo y muy majo este chico; no creo que coincida muchas más veces con él, pero haber compartido conmigo kilómetros e incluso algunas palabras (axfisiado) es de agradecer.

CARRERA ANDAR Y CORRER DE BAIONA
Esprint final contra Tito (ganó Tito... ya se nota por la perspectiva de la foto)

El año pasado la hice acompañando a Rubén (safardatxo) que se recuperaba de un problema respiratorio, luego enganché con Álvaro del Burgas siguiendo la estela de la "chica Nike" y, finalmente, después de coronar la última subida, me había lanzado hasta meta. Este año no quise darle mucha más caña y, por tanto, me alié con mis compañeros Esprintes inde nai para hacerla juntos, de manera tranquila. De esta manera Tito, Óscar y yo fuimos prácticamente todo el rato juntos. Nos coincidió también corriendo Xabi y Emma los cuales perdimos después del control intermedio (que mierda tener que coger un cartoncito que luego ni te piden) y luego casi los pillamos antes de entrar en meta.

Una carrera agradable, en buena compañía, coronada con un esprint entre Esprintes. Mi problema fue que lanzamos el esprint demasiado pronto y yo en esa distancia tuve las de perder... ganó merecidamente Tito y espero poderle borrar la sonrisa de su boca en alguna próxima.

Muchísima gente conocida por allí. Reencuentro con Montxo (el "míster") y con Khene que perdió su teléfono ("khenéfono" marca Samsung... si alguien encontró uno, que se ponga en contacto con él aunque creo que ya lo da por perdido definitivamente).

ENTRENOS
Sigo entrenando despacio, por orden del "míster" con ritmos cercanos e incluso superiores a 5'30" La semana pasada estuve en la zona de Leiro y me metí tres entrenamientos:
- 12 km sobre el recorrido de la carrera de Leiro
- 10 km desde Leiro en dirección Ribadavia y vuelta
- 12 km por el monte, perdiéndome en el "comunal" de Gomariz. Una chulada este entreno.

Ayer hice 16,5 km en una tirada de esas largas, yendo desde Oira a Outariz, buena para preparar carreras de fondo como un medio maratón. Me encontré al inicio con Tito y allí nos fuimos los dos, tranquilitos, de charleta... para mí los mejores entrenamientos.


PRÓXIMAS CARRERAS
Comienza el nuevo Circuito 2010-2011 de Correr en Galicia. Un nuevo reto el de mantener al equipo en 1ª División y, si es posible, entre los mejores. Yo no puedo ir a todas las carreras que quisiera y los demás tampoco: Tito y Oscar están preparando el maratón, con lo cual les resta participación en estas pruebas... Pablo comienza la rehabilitación para sus problemas de espalda y estima que hasta mediados de octubre no podrá correr... Hugo corre que se las pela y de momento sé que correrá el Maratón del Miño (hará relevos conmigo y con mi amigo Carlos) pero no sé nada de sus planes y otras participaciones hasta el San Martiño en noviembre.

Por mi parte, y para tratar de aportar puntillos al equipo y a mí mismo, intentaré ir el domingo a una de 9,1 km en Maside... igual al final no puede ser y se tuerce el plan. Aunque después, hasta el medio maratón de Vigo no habría más "competiciones".


OTROS PLANES
El plan para el fin de semana del jueves 16 al domingo 19 de septiembre es hacerme el Camino de Santiago en bici desde Astorga. No he conseguido encontrar a nadie que me acompañe. Ese domingo es la carrera en Penedos do Lobo y muchos allí irán... y el fin de semana anterior, por diferentes compromisos familiares, no podría realizar esta LOCURA. Pues para mí entra dentro de esta curiosa definición... se me ha dado por ahí e intentaré recorrer los 257 kilómetros en 4 etapas, aunque la primera va a ser complicada porque llegaré a Astorga a mediodía. Dos han sido las ocasiones en las que he intentado llegar hasta Santiago caminando... y las dos se frustraron; ahora estoy convencido de que lo puedo hacer y que, en bici, me será más fácil ¿? sólo queda hacer algunos preparativos y darle a la bici estas últimas semanas para acostumbrar al cuerpo.

Estoy pensando en hacer algún duatlón... jaja... entre correr y la bici... maloserá!